Alexander Arrieta, un cartagenero de 48 años que trabajaba como conductor de transporte por plataforma en Medellín, fue contactado para prestar un servicio en el barrio Laureles en la noche del pasado 18 de marzo.
Lo que parecía una carrera común y corriente se convirtió en un caso de hurto que terminó con su asesinato en una zona rural de la capital antioqueña.
El cuerpo del hombre, que inicialmente no había sido identificado por las autoridades, fue hallado a la entrada de la vereda La Palma de San Cristóbal, al occidente de la ciudad, a las 10:30 de la noche. Arrieta tenía heridas en el cuello y el rostro y sus bolsillos estaban vacíos, tampoco portaba documentos.
Según información de las autoridades, su vehículo fue hurtado y días después apareció al oriente de Medellín con placas falsas.
Tras mes y medio de investigación, la Policía Metropolitana y la Fiscalía General de la Nación lograron determinar que Frank Ánderson Grajales, un sujeto de 34 años, estaría detrás del robo y asesinato del conductor. En los últimos días, a través de una diligencia de registro y allanamiento, las autoridades lograron su captura en la comuna Robledo.
Al hombre le fue incautado un vehículo —el cual habría sido utilizado previo al crimen—, dos celulares y un computador portátil que serán inspeccionados en el laboratorio de criminalística con el fin de hallar nuevos elementos de prueba que permitan determinar si Grajales participó en otros hechos delictivos.
La Fiscalía le imputó a Grajales los delitos de homicidio agravado, hurto calificado y agravado y concierto para delinquir. Por los mismos hechos también fue notificado su primo, Maikol Montoya Martínez, de 27 años, quien se encuentra privado de la libertad por un caso similar ocurrido el 4 de abril en inmediaciones del puente de la Madre Laura, al norte de la ciudad.
La captura y notificación hacen parte de los resultados que presentaron este miércoles, 15 de mayo, las autoridades locales en contra de los presuntos responsables de dos homicidios de conductores de servicio de transporte por plataforma.
El otro caso está relacionado con el asesinato de Hernán Villalobos, ocurrido el 24 de marzo pasado en la vereda Uvito de San Cristóbal. El hombre fue contactado a través de una aplicación en El Poblado y posteriormente habría sido despojado del vehículo con el que trabajaba.
Por este hecho, fue capturado en el centro de Medellín Juan David Marín Graciano, de 28 años, quien presuntamente habría participado en el crimen. El ente acusador le imputó los delitos de homicidio agravado, hurto calificado y agravado y concierto para delinquir.
Las investigaciones permitieron establecer que los capturados, al parecer, utilizaban la modalidad de solicitar el servicio por medio de plataformas, ofreciendo altas sumas de dinero, para captar a los conductores, quienes eran llevados hasta lugares solitarios de San Cristóbal para asesinarlos.
A las víctimas, presuntamente, les colocaban una correa en el cuello y les provocaban la muerte para hurtarles el vehículo, dinero y pertenencias de valor. En los dos homicidios, por ejemplo, se utilizó un arma de fuego y los conductores fallecieron por estrangulamiento.
«Los detenidos fueron presentados ante la Fiscalía General de la Nación. Tras las audiencias preliminares, se ordenó su privación preventiva de la libertad en un centro carcelario», indicó Manuel Villa, secretario de Seguridad de Medellín.
Según datos de la administración distrital, este año han sido capturados 111 presuntos homicidas en Medellín y se han esclarecido 54 casos.